La noche de bodas es la guinda del pastel de esa inolvidable celebración del día de tu boda, el inicio de esa vida unida por el matrimonio. Para la noche de bodas es esencial estar relajados y pasarlo de maravilla. Eso sí, vigilen las copas durante el banquete. Si quiere tener una noche de bodas por todo lo alto, con el exceso de alcohol puede hacer que ni siquiera sean capaces de desnudarse.

Ese momento del día es para celebrar su unión y lo más importante es que estén juntos. La habitación debe estar decorada con adornos que inspiren pasión y amor: velas blancas y rojas, o pétalos de rosas, son ideales para lograr el clima idóneo.

Al igual que habéis preparado cada detalle de la boda con tanto mimo y esmero, lo mismo debéis hacer con la ropa interior para esa velada. La lencería para esa noche es fundamental.

Con todos estos elementos dispuestos, toca disfrutar del ambiente que se ha preparado exclusivamente para ustedes: champagne, una cama espaciosa y confortable, incluso un baño que incite a los momentos más eróticos y placenteros. Es la noche perfecta para ir poco a poco, complaciendo y dejándose complacer, darle rienda suelta a los juegos sexuales. Sientan su noche de bodas con intensidad.