Cada boda debe ser única y hasta el más mínimo detalle ha de cuidarse con esmero. Las flores juegan un papel muy importante en la boda, tanto en la decoración como el ramo de la novia. Margaritas, rosas, peonias, calas, tulipanes, orquídeas… Las opciones son infinitas pero hay que tener en cuenta el tipo de flor que más se identifique con los novios para intentar crear una armonía entre el ramo de la novia, el lugar de la ceremonia y el banquete.
El ramo de la novia es uno de los complementos más importantes del gran día, en especial para ella, puesto que será lo que sujete de camino al altar, donde se apoya en ese momento de nervios hacia el ‘sí, quiero’. Todas quieren el más bonito y que sea acorde con su vestido, desde la flor elegida, las hojas, hasta el tono que se le va a dar al ramo.
Las tendencias florales cambian con el paso del tiempo. Antes se llevaban los grandes ramos que dieron paso a otros más pequeños y compactos. Entre tanta flor ahora se incluyen también elementos como joyas o bisutería. Pero, ¿cómo escoger el ramo idóneo? Cada mujer es diferente, y para dar con tu ramo perfecto, la florista que te atienda te escuchará, te asesorará y te observará para elaborarlo. Cada pista es necesaria para confeccionarlo. No tiene porqué ser uno exacto del catálogo. Te puede gustar la flor de un ramo, la hoja de otro y el color de otro.
También influye la temporada del año, puesto que según te cases en verano, otoño, invierno o primavera, tocará un tipo de ramo, una determinada flor o un estilo. En los últimos tiempos se llevan las bodas de tipo rural, es decir, nos olvidamos de los típicos salones de celebraciones. En este caso, el trigo o la lavanda son el complemento perfecto para este tipo de celebración. Aparte del campo, muchas novias se enamoran del estilo andaluz para contraer matrimonio, entrando en juego el clavel.
En cuanto al formato, unas optan por ramos en cascada, y otras tiran por lo práctico con ramos compactos y pequeños, como los bouquet que siguen siendo los preferidos. También cada vez más las novias rompen, en parte, con el blanco y se atreven a dar más color a complementos como el ramo o los zapatos.
Sin duda cada boda debe ser única y aquí los expertos floristas juegan un papel muy importante a la hora de personalizar la ceremonia, siguiendo y respetando el estilo de los novios. El ramo tiene un gran valor sentimental para la novia y su elección debe cuidarse, no debe dejarse para última hora. En lo que se refiere a la ceremonia, las flores son una parte fundamental en la decoración, ya sea un enlace civil o religioso. Las flores aportarán belleza y elegancia a la boda además de crear una atmósfera de frescura con su fragancia.
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