Tras el sí quiero, uno de los momentos más esperados por los novios es la celebración del banquete. El convite es un acto más informal en el que los novios interactúan con familiares y amigos, retoman el contacto con algunos invitados que llevaban tiempo sin ver y en el que los asistentes se relacionan entre sí. La típica distribución por mesas, normalmente en grupo de ocho a diez comensales, puede llegar a dificultar esta tarea puesto que los invitados se limitan a hablar con sus compañeros de mesa. Por esta razón, una perfecta solución para lograrlo es la comida o cena tipo cóctel.
El banquete tipo cóctel puede darle al enlace un aire fresco y un toque distintivo, huyendo de las formalidades que caracterizan el banquete tradicional y, de esta manera, los novios pueden disfrutar mejor de sus invitados. Sobre este tipo de banquete no hay protocolo ni normas escritas, por lo que la pareja puede organizarlo en función de sus gustos y personalidad. El número de invitados va a depender del espacio del que se disponga. Si se va a celebrar en un recinto de grandes magnitudes no hay limitación, pero lo cierto es que si la pareja busca algo más íntimo, resulta más fácil si se trata de enlaces no demasiado grandes. Otro aspecto a tener en cuenta es disponer de un espacio lo suficientemente grande como para que los invitados y los camareros puedan moverse y bailar si dificultad.
Por el hecho de ser una celebración que transcurre de pie y en constante movimiento, un punto a favor sería su celebración al aire libre, pero eso depende de los gustos de los protagonistas, de la estación de año y del tiempo meteorológico que se espera para ese día. Además, un factor clave sería proporcionar las mesas y asientos necesarios para que los invitados puedan descansar cuando así lo deseen.
El banquete tipo cóctel puede darle al enlace un aire fresco y un toque distintivo, huyendo de las formalidades que caracterizan el banquete tradicional
Al tratarse de un banquete, obviamente lo más importante es la comida. Los novios deberán procurar que esta sea lo suficientemente abundante para que los invitados se queden totalmente satisfechos. La variedad es muy significativa, por lo que se debe hacer una selección lo bastante amplia para que sea del gusto de todos los comensales. Una opción es añadir puestos fijos de comida, tanto fría como caliente, además de la servida por los camareros. El tamaño también es un punto a tener en cuenta, ya que la comida debe de ser del tamaño de un bocado para que los invitados puedan coger con una mano la copa, y con la otra, los aperitivos.
Y por supuesto, no olvides informar con antelación a tus invitados con el estilo de la boda, ya que la indumentaria para una boda cóctel difiere sustancialmente con la de una boda convencional. Para este evento, las mujeres siempre deben llevar vestido corto, a media pierna, y con colores claros o llamativos. Por otra parte, evitar los excesivos brillos, lentejuelas o pedrería para no llamar demasiado la atención. Para ellos, un traje de color claro, en tonos azules o grisáceos, puede ser la mejor opción.
Lo realmente importante de un evento de estas características es la perfecta organización y planificación del mismo. Con los anteriores consejos, la boda será todo un éxito, pero si se tiene alguna duda, o no se posee el suficiente tiempo, siempre se puede contratar los servicios de un equipo de profesionales para conseguir el resultado esperado.
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