Las clásicas tapas de jamón y queso están muy bien, de hecho nunca pasan de moda. Pero las tendencias más actuales buscan ir más allá. Desean conquistar paladares con sabores y olores nunca antes descubiertos. Tratan de evadirrnos de ese lugar por un momento y transportarnos a otras culturas y partes del mundo. Son explosiones de sabor, son canapés cuya premisa es sorprender con el gusto.

Ahora, la norma general no es sentar a los invitados en mesas y serviles los platos. Aunque este tipo de boda sigue primando, cada vez son más los novios que deciden optar por las bodas tipo cóctel, es decir, celebraciones de pie, en las que no hay mesas asignadas ni un menú de tres platos establecido.  En éstas, los camareros van pasando por la sala o jardín portando sobre sus bandejas las variadas delicias que los invitados podrán degustar. También se colocan diferentes mesas y rincones en los que se presentan diferentes tipos de canapés, pinchos, tapas y bebidas. No obstante, servir canapés originales puede hacerse independientemente del tipo de boda, ya que también la copa de bienvenida puede ser una ocasión más que perfecta para comenzar el banquete de la mejor manera posible haciéndole la boca agua a todos los invitados.

Cuanto más variados sean los canapés, más tipos de gustos satisfacerá, y como resultado: todos contentos

Como decíamos, cuando los novios son originales y mimosos con cada detalle de su boda, se nota. Poder descubrir en cada rincón de la copa de bienvenida un país diferente por medio del sabor es una forma genial de dejar a todos boquiabiertos. Un rincón con canapés inspirados en América, con sus hamburguesas, patatas fritas y perritos (al más estilo finger food); otro en Japón, con sushi y tapas de fideos; otro en Italia, con distintas variedades de pastas en miniatura… Y así con todas aquellas culturas que más nos gusten, como también pueden ser la india, árabe o la colorida mexicana.

Con el boom de los programas de cocina, y el sentimiento más ‘pitiminí’ y gastronómico que nos sale a todos a veces, la presentación de los aperitivos también dirá mucho del plato. El minimalismo es más tendencia que nunca, y si encima está bueno, y se puede repetir, mejor que mejor. Cada vez nos atrevemos con más sabores, y con más fusiones de dulce y salado, lo que da lugar a un mayor abanico de posibilidades en los que los sabores no tienen límites; todo un lujo para crear y dejarse sorprender. Gazpachos de sabores menos tradicionales como la cereza o la remolacha, mini-conos rellenos de diferentes delicias saladas, tapas de cous cous, pequeñas cucharas de puro placer… Las opciones son inimaginables y casi infinitas. 

La cocina en vivo es otra tendencia de este año. Puestos de comida dinámicos donde la comida se prepara en directo para los invitados. Estos ‘show cooking’ pueden estar especializados, por ejemplo, en wok orientales, mariscos, barbacoa, e incluso arroces o crepes. Una opción que sorprende y que además, siempre gusta.

Tampoco pueden faltar en las bodas tipo buffet las opciones saludables para todos aquellos vegetarianos, alérgicos o personas más preocupadas por su línea. Es importante cuidar también estas alternativas y presentarlos de tal forma que resulten igual de atractivos que el resto.

Para los paladares más exquisitos, las elecciones de lujo también vienen pisando fuerte. Añadir al menú uno o dos elementos de precio superior puede sorprender, y mucho, a los asistentes; cortes de carne de gran calidad, cartas de vino exclusivos… Todos ellos agregan un efecto especial y distintivo a cualquier evento.