Una vez fijado el día, la hora, el lugar y la mayoría de los detalles bien atados, solo nos falta una cosa que no se puede olvidar: el regalo a los invitados. O regalos, últimamente está de moda hacer varios pequeños obsequios en las bodas, tengan o no utilidad y los invitados se van cargados a casa: unas pinzas de la ropa en la que se dibujan los novios, unas alpargatas rollo ibizencas para bailar mejor que con los tacones, alfileres para ellas, puros para ellos… Encontrar el detalle de boda perfecto, y que sea útil, puede ser más difícil de lo que uno espera.

Dependiendo del estilo, el presupuesto y la personalidad de la boda, los regalos es uno de los detalles que más tiempo requiere aunque la mayoría tienda a dejarlo para el final de toda la organización. Y es que toca mostrar el agradecimiento a los invitados por su presencia en ese día tan especial. Abanicos, velas, perfumes, todo tipo de dulces, bombones, jabones, figuritas y un largo un sinfín de ideas que crean un catálogo interminable.

Para los que no tengan muy claro qué regalar, una pista que os puede ayudar es tener en cuenta la época en la que se celebra el enlace y si es de día o de noche. Otro gesto para agradecer la presencia a los invitados es, en la entrada, regalar una flor a las señoras. Los pequeños detalles marcan la diferencia por lo que todos estos detalles harán que sea más especial.

Otra forma original de agradecer a los invitados su asistencia es realizar un vídeo con fotos de momentos que los novios han compartido con ellos. Esta idea arrancará más de una lágrima, sonrisas y aplausos garantizados.

Tened presente esto para elegir los regalos: una boda debe ser especial y original y como tal deben ser los detalles que se entreguen a los invitados.