Los niños tienen una gracia especial. Esa inocencia que nos hace sonreír casi sin quererlo y esa capacidad de mejorar cualquier momento extraordinario. En el caso de las bodas esto se magnifica. La entrada de la novia hacia el altar, acompañada de sus pajes, es una escena preciosa que crea un ambiente aún más tierno y familiar.

En un momento tan importante como este, cada detalle cuenta, por lo que deberemos hacer una correcta elección en cuanto a la vestimenta de los pequeños pajes a la vez que conseguimos que ellos se sientan cómodos y disfruten también de su papel.

Al igual que cada pareja es distinta, cada boda también lo es. Por eso, antes de elegir el atuendo de los pajes, deberemos tener en cuenta el sello que tendrá la boda, el lugar en el que se celebrará y los colores tanto del ramo como de la corbata del novio. Todo esto no será muy útil para que los pequeños protagonistas vayan acorde con el tipo de boda.

Además de esto, al tratarse de niños, es importante que hagamos respetemos su estilo, su edad y sus gustos. Por lo que aunque lo más adecuado es que vayan conjuntados, usando los mismos colores y tejidos, no es imprescindible que el modelo sea exactamente igual, sino que se adapte a cada cuerpo y edad del niño.

La clave está en la comodidad

La importancia de la comodidad es crucial si queremos tener la certeza de que los pequeños aguantarán toda la boda vestidos, y con sus complementos, sin que se sientan disfrazados, especialmente si los pajes ya son más mayores y tienen más sentido del ridículo. Actualmente existen tantas alternativas que resulta sencillo que cada niño vista acorde a su edad y gustos sin desencajar con el tipo de boda.

En cuanto a los colores, pueden optarse por tonos lisos, con colores alegres combinados con el crema o el blanco, siempre con tejidos naturales. Por ejemplo, las niñas más pequeñas pueden lucir muy graciosas con mucho volumen en la falda, mientras que a las más mayores les sientan mejor los conjuntos de blusa y falda o los vestidos de talle bajo. Por su parte, los niños pueden ir con bermudas y una blusa tipo pintos con cuello mao y fajín en el caso de las bodas más formales.

La magia a la hora de vestir a los niños es que ellos se sientan guapísimos y especiales. Les tenemos que explicar que van a ser una parte muy importante de un evento con una gran repercusión, y que es por ello que también los papás se visten de una forma especial y diferente.