Una invitación siempre es la carta de presentación de un día importante, así que tratándose de nuestra boda y de los invitados a esta, las invitaciones tienen que estar a la altura de las circunstancias. Para nuestros seres queridos la invitación será lo primero que vean de nuestro gran día, por lo que esta tendrá que ser fiel reflejo de todo aquello que queramos transmitir y del carácter que tendrá el enlace.

El estilo, la clase y la personalidad de los novios deben quedar plasmados en su invitación, incluso en la de las bodas más informales. En esta, tan solo tendremos que informar sobre nuestro enlace (los nombres de los novios, la hora, el lugar y los teléfonos), con elegancia, incluso añadir un poema si somos románticos, o una frase que guarde un sentido especial en vuestra relación. La originalidad también será nuestra gran alidada para elegir y escribir una invitación que sorprenda y guste a todos; en Internet podemos encontrar multitud de ideas para dar en el clavo y encontrar un texto que concuerde con nosotros y que se aleje de lo común. Y es que, las invitaciones de boda están cambiando. Ya no se limitan a la clásica tarjeta en la que solo cambia el color y la tipografía. Hoy en día se pueden encontrar auténticas preciosidades para todos los bolsillos y para todos los gustos.

Por ejemplo, si la boda es en la playa o con el mar como temática, podemos meter las invitaciones en pequeñas botellas como los mensajes de los náufragos, o si somos muy amantes de la música, la invitación pueden simular la entrada de una actuación. Para los más flamencos, puede ir en forma de abanico y para los que quieran ambientar su boda en los viajes, pueden recrear pasaportes, postales o incluso carteles de ‘no molestar’ de los hoteles.

Otra alternativa para los novios menos tradicionales y más allegados a las nuevas tecnologías, y que además supone un ahorro de gastos, son las invitaciones de boda virtuales. Estas pueden enviarse por correo electrónico a los invitados o incluso subirlas a las redes sociales. El problema puede aparecer cuando una parte de los invitados no tienen acceso a Internet o no están familiarizados con la tecnología, para todas estas personas puede optarse por la alternativa en papel, al fin y al cabo siempre serán la minoría.

Cada vez existen más programas para diseñar invitaciones digitales, en las que se pueden añadir fotos, música e incluso vídeo. De hecho, con este tipo de invitaciones pueden hacerse cosas muy especiales y únicas, como un vídeo en el que aparezcan los novios recreando una película o una actuación más preparada, incluso con efectos especiales. Para su grabación, puede contarse con la ayuda de un amigo con conocimientos en el tema, proponérselo al encargado de hacer el vídeo de la boda (que seguro nos hará un presupuesto especial) o contratar a un equipo de profesionales que se dediquen a ello. Youtube es un gran escaparate de lo que puede conseguirse con una cámara y unos novios dispuestos a dejar a todos sus invitados con la boca abierta.

Otra alternativa que ofrecen las nuevas tecnologías es la de crear un clon virtual de los novios en 3D. Y todo con una fotografía, y moldeando los cuerpos a vuestra imagen y semejanza, incluso recreando la forma en la que os movéis con un sistema de captura de movimientos.

Tal y como podéis ver las opciones son tantas que sean cuales sean vuestros gustos, y con un poco de paciencia, seguro que encontráis las invitaciones que mejor reflejen el estilo de la boda, que al final será el que mejor os defina a vosotros mismos. Lo importante, como siempre, es divertirse.