Probablemente no todos los invitados a vuestra boda sean de la ciudad en la que la celebréis y realicen largos viajes para acompañaros. La distancia puede hacer que algunos invitados se piensen el ir o no, aunque por lo general la amistad o familiaridad con los novios, más la tremenda ilusión por el enlace, hacen que ese obstáculo no importe. 

El desplazamiento hasta el lugar de la boda, buscar alojamiento cerca y costearlo, el viaje de ida y de vuelta,… son los típicos inconvenientes a los que se enfrentan los invitados que vienen de fuera. Por ello, solo por ese pequeño gran gesto de que vayan a vuestra boda, sería justo tener algunas atenciones con ellos. Por ejemplo, ayudarles a buscar alojamiento e incluso proponerles los sitios más adecuados; si celebréis la boda en un hotel, podéis conseguir descuentos en el hospedaje para los invitados; en el caso de que la boda sea por la tarde, invitarlos a comer al día siguiente de la boda como agradecimiento.

También podéis optar por pagar el alojamiento a los invitados más allegados, siempre que lo permita el presupuesto. Eso sí, los especialistas en etiqueta para bodas aseguran que la pareja que se casa no debe pagar la estancia de sus invitados. Pagarlo sería una decisión muy personal y con personas muy allegadas, en ningún caso una obligación por el hecho de que vengan de fuera.

Se sobreentiende que os estáis gastando un dineral, con todo lo que supone la celebración de la boda, como para pagar habitaciones. De la misma forma que se supone que el que quiera ir a vuestro enlace matrimonial de corazón lo hará a pesar de los kilómetros.

Opciones de alojamiento

Los hoteles son la opción más típica. Muchos están especializados en celebrar bodas en sus salones y ofrecen descuentos para los invitados a la hora de alojarse. Para estos será muy cómodo subir tras la fiesta directamente a su habitación. Además, suelen ser hoteles con un toque de exclusividad y de esta forma tus familiares y amigos disfrutarán de una estancia diferente.

Si la celebración de la boda es en una finca, os resultará un poco complicado el tema del alojamiento. La mejor opción es contratar un autobús que les desplace hasta un hotel de la ciudad.

Otra posibilidad son los paradores. Antiguos monasterios, castillos, preciosos palacios que ahora son hoteles,… Indiscutible el encanto de estos rincones, una magia que se suma a la alternativa de la red de paradores que ofrece la opción de alquilar uno de sus establecimientos para celebrar allí mismo vuestra boda. En el precio por invitado podréis disfrutar del cóctel, la cena o almuerzo más dos horas de barra libre, así como del alojamiento y el desayuno para amigos y familiares.

Alquilar una casa puede ser una buena opción, tipo chalet con varias habitaciones. En España no es tan común, pero en Estados Unidos es muy frecuente que los novios celebren la boda en el jardín de su casa y de camino dan alojamiento a algunos de sus invitados.

El que más y el que menos tendrá invitados que vengan de otras ciudades de España y del extranjero. Agradece el que acudan a tu boda con alguna atención y podréis disfrutar juntos del día más especial de tu vida.